Erasmus en Helsinki 2020 por Patricia Caballero

 Hola a todxs, mi nombre es Patricia Caballero y os quiero contar cómo fue mi experiencia de Erasmus. Durante todo el proceso, siempre tuve en mi cabeza un destino, Finlandia, porque me llamaba mucho la atención por sus paisajes, la diferencia del clima, su forma de vida y, sobre todo, su educación. Hice mis prácticas Erasmus de Educación Infantil durante los meses de enero, febrero y mediados de marzo y no pude continuar hasta abril a causa del COVID. Me destinaron a la capital, Helsinki, donde pude realizar mis prácticas en una escuela infantil bilingüe inglés-finés que, gracias a su crecimiento, ha logrado abrir ocho escuelas distribuidas por los alrededores de Helsinki. 

 

Antes de continuar hablando sobre cómo fueron mis prácticas, os quiero contar algo muy importante, el cómo empezó todo, los pensamientos que se pasaban por mi cabeza, los miedos y si merece la pena vivir algo así. Cuando Isidro, profesor de inglés del instituto, subió a la plataforma de e-learning la información sobre los Erasmus, lo leí sin imaginarme jamás que me interesaría hacerlo, pero algo pasó por mi cabeza cuando tuve mi primera duda, “si tengo asignaturas para septiembre, ¿podré irme en el caso de aprobar?” Isidro se preocupó mucho por mi caso, estuvo informándome de todo, por lo que gracias a eso y a sus ánimos, poco a poco sin darme cuenta todo salió rodado y hacia delante.

 

A pesar de ello, las dudas y miedos estaban ahí, ya que era algo muy nuevo para mí, mi nivel de inglés era horrible y siempre te haces preguntas de todo tipo. Con esto quiero decir, que es totalmente normal sentir miedo, la sensación de incertidumbre, de no ser capaz, pero una vez allí te vas adaptando según las circunstancias. Además, ahora tenemos muchas facilidades para poder moverte, siempre hay gente que te ayuda y es una experiencia que probablemente no puedas repetir y, aunque no todo es bonito y maravilloso, siempre es satisfactoria. 
 
 
En cuanto a la escuela, me recibieron muy bien y gracias a dos compañeras que hablaban español, todo me resultó más fácil. Primeramente, estaba como observadora para ir viendo cómo trabajaban y, posteriormente, me iban dando la opción de poder participar en varias actividades, realizándolas yo misma y explicándoselas a los niños/as. Estuve en la clase de los más mayores y era increíble la capacidad que tenían para aprender y desenvolverse y es por ello por lo que aprendí mucho profesionalmente y me encantó como institución, conociendo grandes ideas y modos de enseñanzas. 
 
Para terminar, os animo a que, si tenéis la oportunidad, no dudéis en vivir esta aventura que será para toda la vida. En mi caso, aunque hubo momentos difíciles, sin duda, volvería a repetirlo.

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