Hola, mi nombre es Leticia Luján y he
realizado las prácticas de técnico superior de Educación Infantil con el programa Erasmus+ KA103 en el centro
de educación infantil “A Patatina” de Lisboa (Portugal). Se trata de una
escuela infantil privada que acoge a niños y niñas con edades comprendidas
entre los cuatro meses y tres años de edad. Me gustaría resaltar lo cómoda que
he estado, en todo momento, en la institución con el acogimiento que se me ha
brindado, ya que me he sentido como una más del equipo educativo, donde mis
ganas por aprender y las ganas que han puesto las profesionales del centro para
que aprendiese me han permitido adquirir conocimientos prácticos y
significativos sobre lo tratado durante el ciclo, así como más confianza propia
para desarrollar en un futuro mi trabajo como educadora infantil.
En cuanto a la vivienda, no nos resultó
sencillo encontrar alojamiento en Lisboa, ya que los precios de los
alojamientos son bastante elevados y nosotras pedíamos, además, unos requisitos
en cuanto a zona, gastos incluidos, etc. No obstante, pudimos contratar,
finalmente, un alojamiento satisfactorio antes de llegar a la ciudad a través
de la web de Housing Anywhere. Tanto el almuerzo como la comida de los días de
las prácticas, es decir, de lunes a viernes, los he tenido cubiertos por la
escuela infantil, ya que las profesionales del centro pueden comer lo mismo que
los niños/as. En cuanto a la cuantía de la beca, he de decir que no es lo
suficiente para cubrir todos los gastos, aunque, en mi caso, ha cubierto la
totalidad del alojamiento y un poco de las dietas restantes, pero bien es
cierto que, si no dispones de más ayuda económica (ya sea propia o de otros
familiares), la estancia de tres meses no podrías realizarla.
Hablando un poco más de mi escuela, y de
lo que esta experiencia me ha aportado, es que me ha dado la oportunidad de
conocer y aprender otro idioma, el portugués, puesto que se trata de una
institución en la que se habla como único idioma, que aunque parezca muy
sencillo he de reconoceros que no es totalmente cierto, pues el acento de este
idioma no tiene nada que ver con el español, por lo que resulta un poco difícil
comprenderlo al inicio, y más si no hablan despacio. A pesar de esto, no es
difícil hacerte entender, porque la mayoría de los portugueses entienden bien
el español si les hablamos despacio y, en caso necesario, también podemos
recurrir al idioma que casi todo el mundo habla, el inglés.
Lisboa es una ciudad multicultural en la
que, sorprendentemente, en cada rincón puedes encontrarte con un español, por
lo que mis amistades durante estos tres meses, principalmente, han sido otros
Erasmus españoles y unos cuantos portugueses, además de mi compañera Shere, la
persona con la que me aventuré a vivir esta experiencia y con la que he
compartido grandes momentos del Erasmus. Juntas y con otras compañías hemos
visitado y conocido cada rincón de Lisboa y lugares próximos como Sintra, las
playas de Carcavelo, la gastronomía de la ciudad, etc.; y he de decir que es
una ciudad que impacta, que quien no la conoce, no sabe lo bonita que puede
llegar a ser.
Esta experiencia, sin duda, ha sido una
gran experiencia que no me arrepiento para nada de haberla realizado. A pesar
de que la manera de trabajar en el centro de educación infantil donde he
realizado las prácticas es similar a las escuelas infantiles de Albacete, he de
decir que es una oportunidad que profesionalmente te abre las puertas de poder
trabajar en otro país, aunque principalmente destaco los beneficios que el
Erasmus te aporta a nivel personal, pues te permite conocerte mejor, madurar y
ganar confianza en uno mismo, demostrando que con fuerza y ganas todo es
posible, que las dificultades se superan y que los retos se alcanzan.
Aunque es
cierto que toda experiencia nueva comienza con dudas y miedos, recomiendo no
dejarla escapar, porque más vale quedarse con una experiencia más, que no con
las ganas de saber qué hubiese pasado.
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